Real Madrid VS Atletico
Ramos y Ronaldo marcaron los goles de los blancos, que se vaciaron para dar la vuelta a la eliminatoria.
Ramos y Ronaldo marcaron los goles de los blancos, que se vaciaron para dar la vuelta a la eliminatoria.
- COPA DEL REY
- OCTAVOS DE FINAL (VUELTA)
- 15/01/2015
SANTIAGO BERNABÉU
El Real Madrid mereció más. Los blancos lo intentaron hasta el final y dominaron el encuentro pero no pudieron dar la vuelta a la eliminatoria. Todo se complicó en la primera jugada del encuentro. Griezmann se marchó en velocidad y cedió atrás a Torres, que batió a Navas desde el punto de penalti. A partir de ese momento, y con 89 muy largos minutos por delante, el encuentro se convirtió en un acoso y derribo del Real Madrid. Los blancos controlaron la posesión de forma rotunda y encerró al Atlético en su campo.
Con ese panorama, poco tardó Oblak en salvar a los suyos. Carvajal centró en el 5’ y el remate de cabeza de Bale fue blocado por el cancerbero. Un cuarto de hora más tarde Sergio Ramos demostró su poderío por alto y dejó constancia de que este equipo no se rinde. Kroos sacó la falta, Oblak y Godín se estorbaron y el hoy capitán madridista lo aprovechó para marcar con la cabeza.
El Bernabéu se vino arriba y el Real Madrid siguió llegando al área rival con mucho peligro. Mario Suárez, bajo palos en el 23’, evitó el segundo tanto en un disparo de Cristiano Ronaldo. No había apenas tiempo para respirar. Lo evitaban las incontables llegadas de los blancos. Y la primera mitad, con el 72% de posesión para los de Ancelotti, terminó con los madridistas en el área rival. El disparo de Marcelo desde la frontal en el 44’ fue blocado por Oblak.
Más llegadas al área rival
Si al Real Madrid no le acompañó la suerte en la primera jugada del encuentro, aún fue más cruel el inicio de la segunda. El protagonista fue de nuevo Torres, que batió otra vez a Navas en el primer minuto. La gesta se complicaba aún más, pero tenía que aparecer Cristiano Ronaldo, el mejor jugador del mundo. Bale centró al segundo palo en el 54’ y el portugués giró el cuello lo justo para hacer inalcanzable para Oblak su remate de cabeza. 2-2 y más de 35 minutos por delante para hacer tres goles.
No sería por llegadas. Hasta 17 remates de los locales se contabilizaron al final del encuentro, pero la falta de acierto evitó que los blancos anotaran algún gol más. Así se vio en la última jugada del encuentro, en la que el balón llegó manso a las manos de Oblak en el remate de Isco. El tremendo esfuerzo del Real Madrid mereció mayor recompensa.
Con ese panorama, poco tardó Oblak en salvar a los suyos. Carvajal centró en el 5’ y el remate de cabeza de Bale fue blocado por el cancerbero. Un cuarto de hora más tarde Sergio Ramos demostró su poderío por alto y dejó constancia de que este equipo no se rinde. Kroos sacó la falta, Oblak y Godín se estorbaron y el hoy capitán madridista lo aprovechó para marcar con la cabeza.
El Bernabéu se vino arriba y el Real Madrid siguió llegando al área rival con mucho peligro. Mario Suárez, bajo palos en el 23’, evitó el segundo tanto en un disparo de Cristiano Ronaldo. No había apenas tiempo para respirar. Lo evitaban las incontables llegadas de los blancos. Y la primera mitad, con el 72% de posesión para los de Ancelotti, terminó con los madridistas en el área rival. El disparo de Marcelo desde la frontal en el 44’ fue blocado por Oblak.
Más llegadas al área rival
Si al Real Madrid no le acompañó la suerte en la primera jugada del encuentro, aún fue más cruel el inicio de la segunda. El protagonista fue de nuevo Torres, que batió otra vez a Navas en el primer minuto. La gesta se complicaba aún más, pero tenía que aparecer Cristiano Ronaldo, el mejor jugador del mundo. Bale centró al segundo palo en el 54’ y el portugués giró el cuello lo justo para hacer inalcanzable para Oblak su remate de cabeza. 2-2 y más de 35 minutos por delante para hacer tres goles.
No sería por llegadas. Hasta 17 remates de los locales se contabilizaron al final del encuentro, pero la falta de acierto evitó que los blancos anotaran algún gol más. Así se vio en la última jugada del encuentro, en la que el balón llegó manso a las manos de Oblak en el remate de Isco. El tremendo esfuerzo del Real Madrid mereció mayor recompensa.
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